¿Es suficiente estar 21 días sin beber alcohol para superar la dependencia? Gran parte de la población busca cómo dejar de beber ya que consumen alcohol menudo. Esto se debe a que, aunque no sufran una adicción, está totalmente normalizado y aceptado socialmente.
El alcohol forma parte de las fiestas, celebraciones, comidas, reuniones e incluso del día a día de muchas personas. Uno de los mayores peligros de consumir de forma recurrente esta sustancia es desarrollar alcoholismo.
¿Qué es el alcoholismo?
El alcoholismo, a diferencia de lo que muchos creen, es una enfermedad, no un vicio ni un pasatiempo. Esta compleja enfermedad afecta a millones de personas en España y en todo el mundo y tiene consecuencias devastadoras sobre la salud, pudiendo incluso provocar la muerte. De hecho, en 2020, el alcoholismo se llevó el doble de vidas que el COVID-19.
La OMS lo define como una patología crónica en la cual el consumo de alcohol se vuelve recurrente y/o abusivo, generando una enorme dependencia.
Además, el alcoholismo se caracteriza por ir acompañado de frecuentes episodios de intoxicación y un fuerte e incontrolable deseo de consumir que aparece en los momentos de abstemia e impide que el adicto logre mantenerse sobrio. Este deseo es conocido como “craving” o lo que coloquialmente se conoce como “mono”.
Muchas personas que sufren alcoholismo se preguntan cómo dejar de beber, y si estar 21 días sin beber alcohol les ayudará a convertir la abstemia en hábito y superar así la adicción.
Alcoholismo: ¿cómo afecta en el cuerpo?
Es imprescindible identificar el alcoholismo a tiempo para buscar un tratamiento adecuado y evitar consecuencias a medio y largo plazo.
Las consecuencias que provoca el alcohol en el cuerpo son de carácter físico y emocional y en muchos casos se vuelven irreversibles.
Entre las consecuencias físicas que provoca en el organismo se encuentran diversos tipos de cáncer, problemas cardíacos, problemas estomacales, cirrosis, accidentes cerebrovasculares e incluso la muerte.
El alcohol provoca innumerables enfermedades, pero también otras consecuencias como aumento de peso, insomnio o disfunciones sexuales. Por ello no es de extrañar que muchas personas busquen los beneficios de estar 21 días sin beber alcohol, incluso las que beben de forma habitual pero no sufren alcoholismo.
21 días sin beber alcohol: ¿qué beneficios tiene?
Estar 21 días sin beber alcohol puede ser muy beneficioso. Lo mejor sería no hacerlo jamás, pero para las personas que no sufren alcoholismo y solo desean realizar una desintoxicación temporal, estar 21 días sin beber alcohol puede cambiarles muy positivamente en muchos aspectos.
Algunos de los efectos positivos que tiene estar 21 días sin beber alcohol son:
- Dormirás mejor: generalmente se cree que el alcohol ayuda a inducir el sueño, pero la realidad es que empeora mucho la calidad del descanso, provoca despertares a media noche y entorpece los ritmos circadianos. Estar 21 días sin beber alcohol hará que vuelvas a descansar bien.
- Desintoxicarás tu hígado: le darás un respiro a tu hígado ya que, este órgano es el encargado de metabolizar el alcohol y podrás desintoxicarlo.
- Mejorará tu vida sexual: a pesar de que, a priori, el alcohol provoque un aumento de deseo y desinhibición, realmente entorpece las relaciones sexuales y genera múltiples disfunciones. Tras 21 días sin beber alcohol puede notarse una mejoría de la vida sexual y la libido.
- Tendrás la piel más sana: el alcohol provoca gran deshidratación, lo cual repercute en el aspecto de la piel, que sufrirá sequedad, arrugas etc.
- Aumentará tu estado de ánimo: el alcohol es un depresor, aunque en un primer momento provoque euforia. Por lo que estar 21 días sin beber alcohol hará que te sientas mucho mejor.
21 días sin beber alcohol: ¿suficiente para superar la adicción?
Anteriormente se han mencionado los beneficios de estar 21 días sin beber alcohol que puede obtener cualquier persona, sufra, o no, alcoholismo.
Sin embargo, cuando existe un problema de alcoholismo, mantenerse abstemio durante 21 días sin beber alcohol es un reto muy complicado, ya que la persona adicta comenzará a sentir el “craving” o “mono” a los pocos días o al cabo de pocas horas sin beber.
Es muy conocido el estudio realizado por la psicóloga Phillippa Lally en la Universidad Global de Londres, que demostró que se necesitan 21 días para formar un hábito.
Es por ello que muchos adictos se plantean si, dejando pasar 21 días sin beber alcohol, será suficiente para superar la adicción.
El alcoholismo es una patología crónica, es decir, las personas alcohólicas para superar la dependencia tendrán que estar, recomendablemente, sin beber el resto de su vida. Ya que, una sola bebida puede reactivar de nuevo la adicción y el “craving”, el cual es muy difícil de controlar.
Lograr estar 21 días sin beber alcohol será un gran paso para el adicto que comience la abstinencia. Tras 21 días sin beber alcohol puede sufrir recaídas, pero ya habrá atravesado, posiblemente, la peor parte del síndrome de abstinencia.
Sin embargo, alcanzar los 21 días sin beber alcohol es complicado para quien sufre alcoholismo y más si lo realiza solo y sin ayuda profesional.
Si se desean alcanzar los 21 días sin beber alcohol y se sufre de alcoholismo será fundamental encontrar el tratamiento adecuado para conseguirlo.
Tratamientos para el alcoholismo
Existen distintas posibilidades muy eficaces para tratar el alcoholismo y lograr alcanzar la primera fase de 21 días sin beber alcohol.
Los tratamientos pueden ser farmacológicos, psicológicos o con Estimulación Magnética Transcraneal.
Medicación
Hay tres medicamentos aptos para tratar el alcoholismo aprobados por la FDA, aunque, lamentablemente, ninguno logra curarlo definitivamente, pero resultan útiles para conseguir la abstemia. Estos medicamentos son: el disulfiram (Antabus), la naltrexona y el acamprosato.
El Antabus funciona inhibiendo la enzima “alcohol.deshidrogenasa”, la encargada de la metabolización del alcohol. Al quedar inhibido el trabajo de esta enzima, el alcohol no es procesado y el cuerpo sufrirá una intoxicación al mezclarlo con la medicación.
La naltrexona y el acamprosato por su parte, actúan de formas distintas, reducen la sensación de placer que causa en el adicto la bebida.
A pesar de ser tratamientos con eficacia demostrada, son muchos los pacientes que los rechazan por los incontables efectos secundarios que provocan.
Psicoterapia y grupos de apoyo
El alcoholismo aparte de ser una enfermedad con terribles consecuencias físicas es una enfermedad mental que causa estragos psicológicos y emocionales. Puede empeorar los ya existentes o generar nuevos trastornos como depresión, ansiedad o trastornos de personalidad.
Es muy aconsejable realizar psicoterapia tanto antes como después de lograr la abstemia. Este tratamiento puede realizarse de forma independiente o al mismo tiempo que otros.
Hay muchos tipos de terapias psicológicas, sin duda, una de las que mejores resultados han reportado a de cara al tratamiento del alcoholismo es la terapia cognitivo-conductual. Por medio de esta terapia, el adicto será capaz de encontrar cuál es la raíz del problema y podrá trabajar sobre ella, así como cambiar patrones de conducta perjudiciales.
El paciente, además, aprenderá técnicas para manejar la ansiedad que provoca la abstemia al comienzo.
También es muy útil asistir a las reuniones de grupos de apoyo como Alcohólicos Anónimos. Estos grupos reportan innumerables beneficios en la recuperación del adicto, ya que en ellos encontrará una red humana de confianza, donde personas que atraviesan sus mismas circunstancias le brindarán escucha y apoyo.
Estimulación Magnética Transcraneal
La Estimulación Magnética Transcraneal (o EMTr), es el más innovador y revolucionario de los tratamientos para superar el alcoholismo.
La tasa de éxito de la EMTr es infinitamente superior a los tratamientos convencionales, llegando al 94%. Estos resultados han sido demostrados con nuestros pacientes a través de rigurosos exámenes de orina.
La Unión Europea aprueba la Estimulación Magnética Transcraneal como tratamiento eficaz para las adicciones y corrobora su altísima tasa de éxito.
El modo de funcionamiento de esta avanzada técnica, consiste en aplicar ligeros estímulos eléctricos sobre el cuero cabelludo del paciente, que inciden en el cerebro de forma inmediata. Al llegar al cerebro, estos estímulos magnéticos estimularán las regiones neuronales que han quedado alteradas por la adicción, entre ellas neurotransmisores como la dopamina y la serotonina.
A diferencia de la medicación, la EMTr no tiene efectos secundarios. Por ello, son cada vez más pacientes los que se inclinan por esta opción, ya que no ponen en riesgo su salud.
La EMTr es completamente indolora y segura. Además, como trabaja directamente sobre la parte neurológica de la adicción, se logran obtener resultados desde la primera semana de tratamiento. A los pocos días ya verás reducido el “craving” (el mono o las ganas incontrolables de consumir).
Además, EMTr cuenta con la ventaja de ser ambulatoria. Esto supone que el paciente no necesite ingresar en un centro por meses, dejar su trabajo ni alejarse de su familia. Podrá tratarse sin necesidad de alterar su vida y su rutina.
En Newline somos el centro pionero en el uso de la técnica EMTr en España, el primer centro especializado. Desde que comenzamos, hemos logrado tratar con éxito a más de 200 pacientes que, gracias a la EMTr, hoy pueden decir declararse “exadictos».
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