Identificar y reconocer el alcoholismo es, en muchos casos, muy complicado, tanto por parte del adicto como del entorno. La tendencia a la justificación y negación del problema suele estar muy presente, sin embargo, es crucial estar atento a las señales y buscar ayuda urgente cuando se sospecha que uno mismo, o un ser querido, está desarrollando esta enfermedad. El alcoholismo es muy grave y puede incluso acabar con la vida de la persona, de hecho, tan solo en 2020, tres millones de personas murieron por alcoholismo en todo el mundo, el doble de muertes que ocasionó el COVID-19. Es por ello que, cuando el alcohólico no reconoce la existencia de un problema y se niega a realizar un tratamiento, muchos familiares buscan cómo ingresar a un alcohólico sin su consentimiento en un centro de desintoxicación.
¿Qué es el alcoholismo?
El alcoholismo es, tal y como lo define la OMS, una patología grave y crónica que se caracteriza por el consumo abusivo y/o recurrente de alcohol, acompañado de severos episodios de intoxicación etílica que perjudican seriamente la salud y vida del adicto, pudiendo, incluso, acabar con ella.
Esta enfermedad crónica muestra signos y consecuencias físicas y mentales, es, en la mayoría de casos, silenciosa y afecta a millones de personas en todo el mundo.
Entre las consecuencias que puede generar el alcoholismo se encuentran, a nivel físico: múltiples tipos de cáncer, cirrosis, accidentes cerebrovasculares y cardiovasculares.
Entre las consecuencias psicológicas se pueden dar las siguientes: depresión, ansiedad, psicosis y trastorno de personalidad.
Pero estas no son las únicas secuelas y pérdidas que provoca el alcoholismo, ya que, poco a poco, deteriora la vida laboral, personal y familiar del adicto, pudiendo este llegar a perder su casa, amigos, pareja, trabajo y dinero.
El alcoholismo acaba mermando gravemente las relaciones personales del adicto, por lo que, cuando la familia y amigos se dan cuenta de que existe un problema, tratan de buscar ayuda desesperadamente y en caso de no convencer a su ser querido de realizar un tratamiento en un centro, buscan cómo ingresar a un alcohólico sin su consentimiento.
¿Cómo ingresar a un alcohólico sin su consentimiento?
En ocasiones, los familiares, amigos y seres queridos de alguien que está atravesando una adicción y enfermedad como es el alcoholismo, buscan desesperadamente cómo ingresar a un alcohólico sin su consentimiento, ya que, tras intentar convencer al adicto, no consiguen que este decida ir por su cuenta.
Sin embargo, el ingreso no voluntario o forzoso por trastorno psíquico está regulado en el art. 753 de la actual Ley de Enjuiciamiento Civil, pudiendo solicitarse en casos excepcionales de forma urgente.
Es muy complicado encontrar la forma de cómo ingresar a un alcohólico sin su consentimiento, ya que, por ley no se puede forzar u obligar a nadie en contra de su voluntad a realizar ningún tratamiento.
El ingreso hospitalario o en un centro de desintoxicación para personas con problemas de adicción, debe realizarse de manera voluntaria y consciente por parte del paciente. El entorno familiar puede tratar de convencer al adicto o hacerle entender que eso es lo mejor para él, pero nunca se le podrá obligar, salvo en ocasiones muy puntuales en las que sí se podría legalmente conseguir cómo ingresar a un alcohólico sin su consentimiento.
¿Cómo ingresar a un alcohólico sin su consentimiento?: estas son las únicas posibilidades
Es muy poco frecuente poder ingresar a un alcohólico sin su consentimiento, es decir, de manera forzosa, ya que como persona libre tiene el derecho de decidir sobre su vida y es el único que tiene la última palabra, incluso, una vez ingresado, para marcharse.
Sin embargo, respecto a cómo ingresar a un alcohólico sin su consentimiento, existen excepciones, poco usuales, pero que pueden darse.
Si se demuestra legalmente, bajo autorización judicial, que la persona a la que se está intentando ingresar está incapacitada para tomar sus propias decisiones, o no está en condiciones psicológicas de dar su propio consentimiento debido a un trastorno psiquiátrico, enfermedad o brote, entonces puede ser ingresada en un centro por terceras personas.
En casos urgentes en los que, por ejemplo, el adicto esté tratando de atentar contra su propia vida, integridad física o la de otras personas, entonces y como situación excepcional, el familiar podrá ingresar a un alcohólico sin su consentimiento. Esto será en casos aislados, concretos y excepcionales, donde, de cualquier modo, deberá ratificarlo un juzgado en un plazo máximo de 24 horas desde el ingreso.
Otras situaciones excepcionales en las que un familiar busca cómo ingresar a un alcohólico sin su consentimiento y pueda hacerlo, son que este sea una persona dependiente por un problema médico o se trate de un menor de edad.
Todo lo que difiera de las excepciones puntuales citadas previamente, será imposible de llevar a cabo por parte del familiar que busca cómo ingresar a un alcohólico sin su consentimiento.
Entonces, ¿cómo ingresar a un alcohólico sin su consentimiento?
Lograr dar con la forma de cómo ingresar a un alcohólico sin su consentimiento es casi imposible. El adicto deberá hacerlo de forma voluntaria y firmar su consentimiento conscientemente, incluso una vez ingresado, podrá marcharse siempre que lo desee y así lo solicite.
Las opciones que tienen familiares, amigos y seres queridos se reducen a tratar de convencer insistentemente al alcohólico de iniciar el tratamiento e ingresar en un centro.
Es conveniente solicitar una primera cita con un médico especialista que evalúe al paciente, su caso concreto y cuáles serían los tratamientos adecuados para él/ella.
Otros tratamientos alternativos al ingreso en un centro de desintoxicación
Existen formas de tratar el alcoholismo sin necesidad de ingresar en un centro, métodos ambulatorios y eficaces que, quizás, pueden contemplarse antes de buscar cómo ingresar a un alcohólico sin su consentimiento. Es posible que la persona afectada, se incline antes a probar estos tratamientos y decida ingresar en un centro si no funcionan al cabo del tiempo.
Psicoterapia
El alcoholismo es una enfermedad física, pero también mental. Además, puede provocar trastornos psicológicos tales como depresión, ansiedad o ataques de pánico.
Por ello, es fundamental abordar esta patología desde un enfoque psicológico y buscar ayuda con un profesional de la salud mental especializado en adicciones.
El acompañamiento de un psicoterapeuta ayuda enormemente al adicto a desarrollar habilidades para lograr la abstemia, para entender el verdadero origen y raíz del problema y aprender a lidiar con el estrés, ansiedad y malestar que provoca al principio la abstemia.
Los grupos de apoyo como Alcohólicos Anónimos también han resultado ser muy útiles en el proceso de desintoxicación, e incluso una vez alcanzada la abstemia, ya que proporcionan al adicto una red humana de confianza y apoyo donde sostenerse y poder hablar y compartir su situación con personas que atraviesan o han atravesado las mismas circunstancias.
Medicación
De momento, no se ha encontrado un método farmacológico definitivo para curar el alcoholismo. Sin embargo, sí existen determinados medicamentos que han demostrado ser de gran ayuda en el camino hacia la abstemia y está aprobados por la FDA: el disulfiram, la naltrexona y el acamprosato.
Al igual que con cualquier medicamento, cabe la posibilidad de que estos provoquen múltiples efectos secundarios, por lo que cada vez más pacientes rehúsan de tomarlos y van en busca de otras alternativas más saludables y que supongan menor riesgo para su organismo.
Estimulación Magnética Transcraneal
La Estimulación Magnética Transcraneal, también conocida como EMTr, es el último avance en el desarrollo de tratamientos para el alcoholismo.
Esta innovadora y revolucionaria técnica, funciona por medio de ligeros estímulos magnéticos que se aplican sobre el cráneo del paciente, incidiendo de forma casi instantánea en el cerebro de este. Así se logra corregir la química cerebral alterada por el alcohol y se estimularán las regiones neuronales necesarias para el buen funcionamiento cerebral, devolviéndole el equilibrio a neurotransmisores como la dopamina y la serotonina.
La EMTr es altamente efectiva y consigue resultados desde la primera semana de tratamiento. Además, es segura, indolora y ambulatoria.
Al ser un tratamiento ambulatorio, el paciente podrá continuar con sus actividades y rutinas habituales, sin necesidad de ingreso en un centro.
La técnica de Estimulación Magnética Transcraneal está aprobada por la Unión Europea y a diferencia de la medicación, no tiene efectos secundarios.
En Newline somos pioneros en el uso de la EMTr en España, hemos tratado con éxito a más de 200 pacientes con problemas de adicción, entre ellas, el alcoholismo. Desde el comienzo, nuestro primer y único objetivo es que nuestros pacientes logren alcanzar una vida libre y saludable con un tratamiento seguro, rápido y eficaz, que les permita superar la enfermedad de forma ambulatoria y cómoda. Esto lo hacemos posible gracias al inigualable equipo de psiquiatras que integran nuestro equipo, con décadas de experiencia y altamente cualificados.
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