Muchos pacientes que buscan cómo dejar de beber y se someten al tratamiento con Antabus, desean saber cuándo se puede beber alcohol después de tomar Antabus, para no poner en peligro su salud y su vida.
El Antabus es uno de los tratamientos más populares para la dependencia alcohólica. Se trata de un medicamento conocido por su famoso “efecto Antabus”, que obliga al adicto a no consumir alcohol para no sufrirlo.
¿Qué es el alcoholismo?
El alcoholismo es una enfermedad compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo y que, en 2020, se cobró el doble de vidas que el COVID-19.
Esta enfermedad afecta gravemente a la persona que la sufre tanto física como mentalmente, del mismo modo que deteriora sus relaciones personales, su trabajo y toda su vida.
La OMS define el alcoholismo como una patología crónica donde el consumo de alcohol se vuelve abusivo y/o recurrente hasta llegar a producir una enorme dependencia. A su vez, va acompañado por recurrentes episodios de intoxicación y un fuerte e incontrolable deseo de consumir que impide que el adicto logre mantener la abstemia, conocido como “craving” o coloquialmente “mono”.
Es imprescindible identificar y tratar el alcoholismo a tiempo para evitar consecuencias irreversibles a medio y largo plazo como cáncer, cirrosis, problemas cardíacos, accidentes cerebrovasculares e incluso la muerte.
De los distintos tratamientos disponibles para el alcoholismo, uno de los más populares es el Antabus. Este medicamento provoca efectos adversos en el organismo al ingerirse alcohol al mismo tiempo. Algunos pacientes que inician el tratamiento o que están pensando en hacerlo, se preguntan cuándo se puede beber alcohol después de tomar Antabus. En primer lugar, es importante conocer cómo actúa este medicamento y que el médico informe muy bien al paciente.
¿Qué es el Antabus?
El Antabus (nombre comercial del disulfiram), es un medicamento empleado para tratar el alcoholismo, aunque no supone una cura para este.
Este medicamento actúa inhibiendo el funcionamiento de la enzima “alcohol deshidrogenasa”, cuyo cometido es el de metabolizar el alcohol. De modo que, al beber alcohol mientras se toma Antabus, el adicto sufrirá una severa intoxicación que le provocará graves reacciones.
Estas reacciones adversas son conocidas popularmente como “efecto Antabus”.
Efecto Antabus: ¿qué síntomas tiene y cuándo se puede beber alcohol después de tomar Antabus?
Al quedar inhibida la función de la enzima encargada de metabolizar el alcohol, el organismo no podrá procesarlo y por tanto, el adicto sufrirá una intoxicación desagradable y peligrosa si mezclase alcohol con Antabus.
Este método es una forma de obligar en cierto modo al paciente alcohólico a no beber, ya que los efectos son muy desagradables y le enviarán directamente al hospital. De este modo, poco a poco, irá logrando mantenerse abstemio.
Entre los síntomas del “efecto Antabus” se encuentran: fiebre, náuseas, vómitos, taquicardia, hipotensión, falta de aire, ansiedad, dolor torácico, dolor de cabeza y visión borrosa. Estos síntomas podrán variar de una persona a otra en intensidad y duración.
En casos graves pueden aparecer arritmias, síncope, insuficiencia cardíaca, convulsiones e incluso muerte.
Estas reacciones al mezclar Antabus con alcohol son muy desagradables, peligrosas y pueden llegar a durar horas. Es por tanto fundamental que el médico informe meticulosamente al paciente de los riesgos que supone beber alcohol durante el tratamiento y de cuándo se puede beber alcohol después de tomar Antabus.
¿Cuándo se puede beber alcohol después de tomar Antabus?
Respecto a cuándo se puede beber alcohol después de tomar Antabus, es importante señalar que en ningún caso es recomendable contemplar la posibilidad de volver a beber alcohol si se ha desarrollado una adicción.
Pero si se sospecha de posibles recaídas y se teme a los efectos adversos, sí es necesario consultar al médico cuándo se puede beber alcohol después de tomar Antabus.
La duración del disulfiram en el organismo dependerá, en parte, de factores como el peso del paciente, la edad o la salud, por tanto, puede variar de una persona a otra.
Sin embargo, a pesar de las variables, hay que ser extremadamente cauto con el alcohol cuando se utiliza este medicamento. Este fármaco puede tener una duración de 72 horas en el organismo, pero en algunos casos puede que más.
Por tanto, respondiendo a la pregunta “¿cuándo se puede beber alcohol después de tomar Antabus?”, es recomendable no consumirlo hasta pasadas, como poco, 72 horas desde la última toma.
¿Cuándo se puede beber alcohol después de tomar Antabus, cuánto tarda el cuerpo en metabolizarlo?
El Antabus se administra vía oral y, al poco tiempo, a veces a los 10 minutos, es absorbido por el organismo. El hígado es el encargado de metabolizarlo, pero en esto tarda mucho más, lo hace muy lentamente. Por esa razón, es posible que esté presente en el organismo hasta 72 horas después, a veces más.
Beber antes de que transcurran 72 horas desde la última toma puede poner en peligro al paciente.
El Antabus, tras ser metabolizado, es expulsado a través de la orina principalmente, mientras que una cuarta parte es a través de las heces.
El organismo volverá a metabolizar correctamente el alcohol transcurrido un periodo de tiempo, pero, por precaución, respecto a cuándo se puede beber alcohol después de tomar Antabus, es aconsejable esperar a que pasen entre 72 horas y una semana por lo menos.
De cualquier forma, si se sufre de adicción al alcohol, dejarlo de forma permanente y no pensar en cuándo se puede beber alcohol después de tomar Antabus, es la mejor manera de afrontar la enfermedad, ya que es una patología crónica.
Otros tratamientos para el alcoholismo alternativos al Antabus
Existen otros medicamentos aptos para tratar el alcoholismo además del Antabus, aunque ninguno de ellos lo cura definitivamente, solo contribuyen a lograr la abstemia. La FDA aprueba tres medicamentos eficaces para tratar la dependencia alcohólica: el disulfiram (Antabus), la naltrexona y el acamprosato.
La naltrexona y el acamprosato actúan de modos distintos al Antabus, pero al igual que este y cualquier otro medicamento, provocan múltiples efectos secundarios
Aunque no actúen del mismo modo que el Antabus, ni provoquen los efectos que éste causa al mezclarse con alcohol, sí que tienen también, como cualquier medicamento, múltiples efectos secundarios perjudiciales para la salud.
Hay otras opciones no farmacológicas muy eficientes que no ponen en riesgo la salud del paciente.
Psicoterapia y grupos de apoyo
La psicoterapia es siempre recomendable, antes, durante y después de lograr la abstemia. Puede realizarse junto con otros tratamientos o de forma independiente.
El alcoholismo es una enfermedad que provoca serias consecuencias físicas, pero también mentales, razón por la que es importante abordarlo desde un enfoque psicológico.
La terapia cognitivo-conductual es una de las que mejor funcionan, a través de esta terapia el paciente alcohólico podrá encontrar dónde reside la raíz del problema, logrará cambiar patrones de conducta y aprenderá técnicas para manejar la ansiedad que provoca la abstemia.
Los grupos de apoyo, como Alcohólicos Anónimos, son también muy recomendables y reportan innumerables beneficios. En ellos, el adicto encontrará una red humana de confianza con personas que están pasando o han pasado por las mismas circunstancias.
Estimulación Magnética Transcraneal
La Estimulación Magnética Transcraneal (o EMTr), es el tratamiento más innovador y revolucionario para el alcoholismo, cuya tasa de éxito es infinitamente superior a los tratamientos convencionales.
La EMTr funciona a través de la aplicación de ligeros estímulos magnéticos mediante una bobina que se coloca sobre el cuero cabelludo del paciente. Estos estímulos inciden en el cerebro al momento para estimular las regiones neuronales que se han visto alteradas por la adicción.
De esta forma, se consigue restaurar la bioquímica cerebral y recuperar el equilibrio y el correcto funcionamiento de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina.
Son cada vez más las personas que se inclinan por la EMTr, debido a su altísima tasa de éxito y a que, a diferencia de la medicación, no provoca efectos secundarios.
La Unión Europea avala y aprueba la Estimulación Magnética Transcraneal como tratamiento para las adicciones, entre ellas el alcoholismo.
Esta revolucionaria técnica es indolora, completamente segura, y además, debido a que se trabaja directamente sobre el cerebro y la raíz del problema, se consiguen resultados desde la primera semana de tratamiento.
La EMTr es ambulatoria, lo cual es una ventaja ya que el paciente no necesitará abandonar su rutina, trabajo y vida por ingresar en un centro de desintoxicación.
En Newline somos pioneros en el uso de la técnica EMTr en España, siendo el primer centro especializado. Hemos logrado, desde que comenzamos, tratar de forma exitosa a más de 200 pacientes con la EMTr que, gracias a ella, hoy pueden decir que han superado su adicción.
No hay comentarios
Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.
Deja un comentario