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¿Cuántos porros fuma un adicto?: así se identifica la adicción

Es muy común que, alguien que sospecha que puede estar desarrollando una dependencia, se pregunte “¿cuántos porros fuma un adicto?”. Bien por identificar en sí mismo la adicción, o bien por detectarla en un ser querido, son muchas las personas que tratan de encontrar señales de alerta para intervenir o para dejar el cannabis.

¿Cómo comienza la adicción al cannabis?

No es lo mismo abusar de una sustancia que sufrir una adicción. La adicción es una patología que requiere tratamiento, ya que se genera una fuerte dependencia física y mental hacia la sustancia, que impide al adicto abandonarla.

Antes de ahondar en “¿cuántos porros fuma un adicto?”, es necesario comprender el origen de la adicción y cómo se desarrolla.

El cannabis es una droga que a su vez está compuesta por cientos de sustancias químicas. De estas sustancias, las más conocidas son los cannabinoides.

El cannabinoide más presente y, a su vez, el más popular, es el THC (delta-9-tetrahidrocannabinol), responsable de los efectos y propiedades psicoactivas del cannabis.

El THC actúa alterando la neuroquímica cerebral. El cannabis provoca una explosión de dopamina en el cerebro, neurotransmisor directamente relacionado con el sistema de recompensa.

Esta enorme explosión de dopamina provocada de forma artificial hace que se altere el funcionamiento y la disposición de este neurotransmisor.

Al exponer continuamente al cerebro a cantidades ingentes de dopamina, este pierde la capacidad de generarla de forma natural y de sentir placer sin necesidad de la sustancia.

Por tanto, el fumador necesitará consumir de nuevo para sentirse bien y, al desarrollarse poco a poco una tolerancia, cada vez se verá obligado a fumar mayores cantidades para sentir lo mismo.

De este modo comienza la adicción.

¿Cuántos porros fuma un adicto?: así se identifica la adicción

Medir la dependencia en función de cuántos porros se fuma un adicto es una tarea compleja y poco certera.

Existen otras señales que pueden evidenciar mejor la existencia del problema, más allá de cuántos porros se fuma un adicto.

Algunas de las señales más obvias que denotan que alguien consume marihuana son, entre otras cosas, los ojos rojos, el olor o la boca seca.

Otras no tan fáciles de identificar pero que también pueden evidenciar el consumo son: los cambios repentinos de humor, irritabilidad, falta de motivación, apatía, bajo rendimiento escolar/laboral o la aparición de comportamientos paranoicos.

Otras señales que pueden ayudar a identificar un abuso del cannabis o una adicción hacia el mismo son: aislamiento, cambio de amigos, abandono de hobbies, sudoración, falta de responsabilidad, trastornos del sueño o problemas con la comunicación.

Tras identificar varias de estas señales, se puede sospechar que alguien está consumiendo cannabis de forma abusiva, sin embargo, lo que identifica más certeramente la adicción, además de cuántos porros fuma un adicto, es la aparición del síndrome de abstinencia.

 

¿Cuántos porros fuma un adicto?: el síndrome de abstinencia

La aparición de síntomas propios del síndrome de abstinencia determina con mucha más claridad que alguien ha desarrollado una adicción, más que averiguar cuántos porros fuma un adicto.

El síndrome de abstinencia o “mono”, es el conjunto de síntomas físicos, fisiológicos, emocionales y psicológicos que padece alguien que ha desarrollado una adicción hacia una sustancia y detiene su consumo.

Cuando se priva al organismo del consumo de THC tras haber generado una dependencia hacia este, algunas de las reacciones que se sufren pueden incluir: ansiedad, insomnio, trastornos gastrointestinales, depresión, sudores, temblores, malestar general, cefaleas…

La duración del “mono” y la gravedad de sus síntomas varían de una persona a otra, pero es, sin duda, una prueba irrefutable de que existe una adicción.

 

 

Entonces ¿Cuántos porros fuma un adicto?

cuanto a “cuántos porros se fuma un adicto”, no existe un número determinado a partir del cuál se es adicto, ni es un método exacto para determinar si existe o no una adicción.

Hay personas que consumen de forma abusiva cannabis y no desarrollan una adicción, y otras que, fumando menos cantidad, la desarrollan.

Según psiquiatras especializados en adicciones, el cannabis actual contiene concentraciones de THC mucho más elevadas que hace unos años, por ello, es más probable actualmente que se desarrolle una adicción si se abusa de esta sustancia. Se consume frecuentemente.

No existe una cantidad exacta ni un número preciso a partir del cual se pueda determinar que alguien padece una adicción, por ello, medir cuántos porros fuma un adicto no esclarecerá a situación.

Sin embargo, aunque no dependa de cuántos porros fuma un adicto el tener o no una patología, se estima que entre el 25% y el 50% de los consumidores diarios de cannabis desarrollan una adicción. Mientras que el 10% de los consumidores, en general sean diarios o no, desarrollarán esta patología.

Tratamientos para la adicción a los porros

Cuando llegas a preguntarte cuántos porros fuma un adicto, es porque ya cabe una seria sospecha de que tú mismo o alguien cercano están desarrollando una dependencia hacia el cannabis.

La adicción no es un vicio ni una costumbre insalubre, sino una patología compleja que requiere de tratamiento médico y especializado para poder superarse.

La mayoría de los consumidores que sufren una adicción tratan de dejar el cannabis por su cuenta y sin ayuda, sin embargo, al no contar con el tratamiento adecuado se multiplican las posibilidades de recaídas.

Aunque aún no exista un medicamento específico para curar la adicción a los porros, se ha demostrado que la psicoterapia es de gran ayuda durante el proceso de desintoxicación y que realizar un tratamiento con Estimulación Magnética Transcraenal aumenta enormemente las posibilidades de recuperación.

Estimulación Magnética Transcraneal

La EMTr es el único tratamiento para las adicciones que consigue actuar directamente sobre la raíz de la misma: la parte neurológica.

Al trabajar específicamente sobre el origen del problema, se logran obtener resultados en pocos días. En tan solo una semana el paciente verá reducidas notablemente sus ganas de consumir y los síntomas del “mono”.

Este revolucionario tratamiento está aprobado por la Unión Europea y ya lleva usándose para tratar adicciones desde hace más de 20 años con una tasa de éxito altísima.

Consiste en aplicar, mediante una bobina que se sitúa sobre la cabeza del paciente, ligeras descargas electromagnéticas que inciden en el cerebro de este y reparan las regiones dañadas. De esta forma se logra reequilibrar el funcionamiento de neurotransmisores como la dopamina.

Es un tratamiento completamente seguro, no invasivo y, a diferencia de la medicación, sin efectos secundarios.

Además, es ambulatorio, lo que permite al paciente tratarse sin requerir de ingreso en un centro de desintoxicación y pudiendo así continuar con su vida, su trabajo y su rutina.

En Newline llevamos años tratando a pacientes con diversos tipos de adicciones, que hemos logrado que superen con éxito en más de 200 casos.

Somos el primer centro especializado en España en el uso de EMTr y contamos con un equipo de psiquiatras altamente cualificados y con décadas de experiencia en este sector.

 

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