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Curar la depresión: ¿qué tratamientos hay?

La depresión es una enfermedad que se caracteriza por cursar con un estado de ánimo de profunda tristeza e incapacitar a la persona que la sufre. Hasta el punto en que no puede seguir con su vida de forma normal o puede llegar, incluso, a replanteársela. Curar la depresión puede parecer algo imposible, pero no lo es, hay tratamientos altamente efectivos que han demostrado curarla, como la Estimulación Magnética Transcraneal.

La gravedad de la depresión: no es inofensiva

La depresión puede parecer inofensiva y en muchas ocasiones quien la sufre tiene que cargar, además, con un gran estigma por parte de su entorno y de la sociedad, ya que, por desconocimiento, es todavía confundida habitualmente con sentir tristeza.

Sin embargo, la depresión no es equivalente a un estado de ánimo triste. La tristeza es una de las emociones básicas y naturales del ser humano y no es patológico sentirla, la depresión es una enfermedad incapacitante y una de las principales causas de suicidio en el mundo.

La depresión afecta ya, según la OMS, a un 3,8 por ciento de la población mundial, o lo que es lo mismo, a 280 millones de personas. En España se registraron en 2020, según el INE, 2,1 millones de personas con depresión, de las cuales 230.000 eran casos graves.

En España el suicidio se cobra la vida de 3.600 personas al año, es la primera causa de muerte no natural. La depresión es uno de los principales factores de riesgo desencadenantes de los pensamientos suicidas y debe ser detectada cuanto antes, por quien la sufre o por su entorno, para poder ser tratada correctamente.

El tratamiento para la depresión variará de una persona a otra y debe ser siempre supervisado por médicos profesionales del sector de la psicología y la psiquiatría. Para curar la depresión existen tratamientos del tipo psicológico, farmacológico, centros de internamiento de salud mental o lo que ha resultado más efectivo en los últimos años: la Estimulación Magnética Transcraneal.

Causas de la depresión y posibles factores de riesgo

La depresión puede tener distintos orígenes, por un lado, puede ser desencadenada a partir de un evento traumático como la muerte de un ser querido, un suceso trágico como un accidente, o cualquier evento estresante o que afecte gravemente a la persona como una ruptura afectiva o la pérdida del empleo.

La causa de la depresión también puede ser de carácter hereditario, está demostrado que en pacientes que tienen familiares consanguíneos que han padecido previamente la enfermedad, por su genética, es mucho más probable desarrollarla en algún momento de sus vidas.

El alcohol y las drogas influyen también en la enfermedad, consumir estupefacientes o alcohol de forma recurrente hace que sea más probable cursar un estado depresivo, así como también influye sufrir alguna otra enfermedad, ya sea de carácter mental o física, y tomar cierto tipo de medicamentos.

En otras ocasiones la depresión proviene de un desajuste en la química cerebral. Puede haber un desequilibrio neuroquímico en neurotransmisores como la dopamina o la serotonina. Un mal funcionamiento de estos o una deficiencia, puede hacer que el cerebro sufra alteraciones que den lugar a un estado depresivo.

Los desajustes y fluctuaciones hormonales también pueden causar depresión, pueden darse durante y después del embarazo, por un problema de tiroides, menopausia u otros factores. Sea cual sea la causa que origina la enfermedad, se puede curar la depresión.

Curar la depresión: ¿cómo identificarla?

Los síntomas de la depresión son muy diversos y abarcan desde lo físico a lo psicológico. Afectan gravemente a la persona que los padece y pueden llegar incluso a incapacitarle por un largo periodo de tiempo.

Los indicios y síntomas de estar padeciendo una depresión pueden ser:

  • De carácter conductual: pérdida de interés en actividades que antes causaban placer o el aislamiento social entre otros.
  • De carácter cognitivo: falta de concentración, lentitud mental, pérdida de memoria.
  • De carácter psicológico y emocional: irritabilidad, apatía, ansiedad, sentimientos de culpa, desesperanza….
  • De carácter físico: alteraciones del sueño como insomnio o somnolencia excesiva, falta de apetito y pérdida de peso, dolores musculares o de cabeza…

La depresión puede llegar a afectar y alterar todos los ámbitos de la vida de quien la sufre, haciendo que sea cada vez más complicado seguir con las actividades normales, ir a trabajar, sociabilizar o incluso levantarse por las mañanas.

En casos graves puede desembocar en pensamientos suicidas, que ponen en peligro la vida de la persona. En estos casos es urgente identificar y curar la depresión lo antes posible ya que la vida de la persona corre un serio peligro.

Curar la depresión: ¿es posible?

Curar la depresión, superarla y volver a recuperar una vida normal y plena es posible. Según el caso, la etapa y el tipo de depresión, puede costar más o menos esfuerzo y tiempo. Puede necesitarse un tratamiento u otro, o a veces varios combinados, pero la tasa de éxito es alta y se puede curar la depresión.

Existen distintas formas de abordar el tratamiento para curar la depresión, según su causa y las indicaciones del médico. El tratamiento para curar la depresión puede ser psicoterapéutico, farmacológico o con EMTr.

Psicoterapia

Con la psicoterapia se pueden obtener resultados muy positivos ya que se consigue hacer participar al paciente en su propia recuperación, cambiar patrones de conducta y pensamientos, entender lo que le sucede y por qué le sucede, y prevenir posibles recaídas futuras. Es muy favorable y efectiva la terapia cognitivo-conductual durante y después de la enfermedad, sobretodo cuando va acompañada de otros tratamientos.

Medicación

El tratamiento farmacológico es otra forma de curar la depresión, se utilizan habitualmente antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (sertralina, fluoxetina, paroxetina), ansiolíticos u otros medicamentos coadyuvantes como los psicoestimulantes, las hormonas tiroideas o el carbonato de litio.

Estos fármacos son de gran utilizad para regular la química cerebral y corregir desajustes. Sin embargo, en muchas ocasiones no son bien tolerados o muchos pacientes no eligen esta opción como alternativa para curar la depresión por los innumerables efectos secundarios que tienen, que a veces pueden llegar a ser incluso contraproducentes.

Existe otro tratamiento para curar la depresión que ha demostrado dar excelentes resultados en estos últimos años, se trata de la Estimulación Magnética Transcraneal o EMTr.

Curar la depresión con Estimulación Magnética Transcraneal

La Estimulación Magnética Transcraneal o EMTr es un verdadero avance en los tratamientos para la depresión. La EMTr es una técnica que consiste en estimular regiones concretas del cerebro mediante pequeñas pulsiones magnéticas. De esta forma se regulan los neurotransmisores y químicos cerebrales que no están funcionando correctamente, o que sufren un desajuste.

Es una técnica absolutamente segura, indolora y no invasiva, además de contar con la ventaja de ser ambulatoria, lo cual permite al paciente continuar con su vida cotidiana junto a su familia y amigos, evitando el ingreso hospitalario y los molestos efectos secundarios de la medicación.

La Estimulación Magnética Transcraneal ya ha sido avalada y aprobada por la Unión Europea y es una de las primeras opciones para las personas que quieren superar y curar la depresión.

En Newline ofrecemos el mejor servicio de EMTr para el tratamiento para la depresión, de la mano del mejor equipo de profesionales y contando con la maquinaria más avanzada del mercado, para que nuestros pacientes noten los resultados desde el primer mes y consigan vencer y curar la depresión lo antes posible y con la máxima seguridad y confianza.

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