Cada año, son miles de personas las que necesitan ser atendidas por la red de atención a la drogodependencia en España, llegando en 2019 a las 27.000 según el Ministerio de Sanidad. El alcoholismo está muy presente en nuestra sociedad y es un problema de salud pública importante de abordar y tratar. Existen diferentes tratamientos para dejar de beber, uno de lo más populares es el disulfiram, más conocido por el “efecto Antabus”.
¿Qué es el alcoholismo?
Lejos del estigma que recae sobre el alcoholismo y lo etiqueta como “vicio”, nada más lejos de la realidad. El alcoholismo no es un vicio, ni una mala costumbre, sino una enfermedad que provoca severas consecuencias a medio y largo plazo, tanto mentales como físicas.
La OMS lo define como una patología crónica caracterizada por un consumo ingente de alcohol de forma abusiva y/o recurrente. Esta enfermedad cursa con fuertes episodios de intoxicación de alcohol y una fuerte dependencia hacia este, lo cual provoca en el adicto una pérdida de control sobre su consumo.
El 13% de la población española reconoce beber a diario, y casi su totalidad lo hace los fines de semana de forma recreativa, olvidándose de que es una droga. Esto conduce más fácilmente al desarrollo de alcoholismo.
Tratar esta enfermedad a tiempo puede ser crucial para evitar consecuencias a largo plazo que pueden ser irreversibles, como cáncer, cirrosis, problemas cardíacos, accidentes cerebrovasculares e incluso muerte.
Existen diversas formas de tratar el alcoholismo, una de las más populares es el disulfiram, el cual provoca el conocido efecto Antabus que ayuda a dejar el alcohol, pero ¿qué es el efecto Antabus?
Efecto Antabus: ¿qué es?
El disulfiram, también llamado Antabus, es un medicamento que se utiliza para el tratamiento del alcoholismo.
El famoso «efecto Antabus” recibe su nombre por los efectos que causa en el organismo este medicamento.
El Antabus funciona de forma que, al ser mezclado con alcohol, genera una serie de síntomas adversos en el cuerpo que provocan un fuerte malestar. El alcohol, al entrar en el torrente sanguíneo, es metabolizado en acetaldehído a través de la enzima “alcohol deshidrogenasa”. Lo que hace el Antabus es inhibir el funcionamiento de esta encima, con el fin de que el alcohol no pueda ser metabolizado y, por tanto, el cuerpo se intoxique.
Por tanto, se conoce como efecto Antabus al conjunto de síntomas y reacciones adversas y desagradables que suceden en el cuerpo cuando el Antabus es mezclado con alcohol. De este modo, la persona adicta que se encuentra en tratamiento se verá “obligada” a no consumir alcohol para no sufrir el efecto Antabus.
Efecto Antabus: ¿cuáles son los síntomas?
El efecto Antabus cursa con una sintomatología que varía de una persona a otra, así como su intensidad y gravedad. Entre los posibles síntomas se encuentran los siguientes:
- Náuseas
- Hipotensión
- Taquicardia
- Falta de aire
- Ansiedad
- Vómitos
- Dolor torácico
- Dolor de cabeza
- Síncope
- Vértigo
- Visión borrosa.
En casos graves pueden también aparecer:
- Depresión respiratoria
- Shock
- Arritmias
- Insuficiencia cardiaca
- Convulsiones
- Muerte
El efecto Antabus y la gravedad con la que se produce, depende en gran parte de la cantidad de alcohol ingerida y el estado de salud de la persona en tratamiento. El efecto Antabus puede tener una duración de media hora o varias horas en casos más graves.
Otros tratamientos para el alcoholismo
Existen diversos tratamientos para el alcoholismo. Hay otras opciones farmacológicas además del efecto Antabus, y otras alternativas no farmacológicas como la psicoterapia y la EMTr.
Medicación
Aún no se ha encontrado una cura para el alcoholismo, pero hay medicamentos aprobados por la FDA de gran efectividad para lograr la abstemia.
Los medicamentos aprobados por la FDA para el tratamiento del alcoholismo son: la naltrexona, el acamprosato y el disulfiram.
El disulfiram, o Antabus, funciona provocando el ya mencionado efecto Antabus, sin embargo, las otras opciones farmacológicas funcionan reduciendo las ganas de consumir alcohol y corrigiendo la bioquímica cerebral.
Aunque a la eficiencia del efecto Antabus, la naltrexona y el acamprosato haya quedado demostrada, los múltiples efectos secundarios que producen estos medicamentos conducen a muchos pacientes que buscan tratar el alcoholismo a rechazarlos y buscar otros métodos efectivos como la EMTr.
Psicoterapia y grupos de apoyo
La psicoterapia es un tratamiento para el alcoholismo que siempre es recomendable y puede combinarse con otros métodos.
Dado que el alcoholismo es una enfermedad, no solo física, sino también menta, es muy aconsejable acudir a terapia psicológica para abordar el problema desde la raíz.
La terapia cognitivo-conductual ayuda a identificar la raíz del problema y a cambiar patrones de conducta, así como a manejar el estrés y la ansiedad que provoca la abstemia en un primer momento.
Los grupos de apoyo como Alcohólicos Anónimos son también una opción muy efectiva. En ellos el adicto encontrará una red humana de confianza y respeto, con personas que se encuentran o se han encontrado en sus mismas circunstancias.
Estimulación Magnética Transcraneal
La Estimulación Magnética Transcraneal (EMTr), es el último avance en la investigación de tratamientos para el alcoholismo.
Gracias a esta innovadora técnica, se pueden obtener resultados desde la primera semana de tratamiento, y consiguiendo un duración de los mismos a largo plazo.
La Unión Europea ya ha aprobado la Estimulación Magnética Transcraneal como tratamiento para el alcoholismo.
La manera en la que trabaja la EMTr es a través de ligeros estímulos magnéticos, que al aplicarse sobre el cuero cabelludo del paciente, llegan de forma casi inmediata al cerebro, estimulando las regiones neuronales necesarias para superar la adicción, restaurando la bioquímica cerebral y devolviéndole el equilibrio a neurotransmisores como la dopamina y la serotonina.
La Estimulación Magnética Transcraneal es segura, indolora y ambulatoria.
Al ser un tratamiento ambulatorio, el paciente podrá tratarse con toda comodidad, sin necesidad de ingreso hospitalario y pudiendo continuar con su rutina habitual.
A diferencia de la medicación, esta avanzada técnica no tiene efectos secundarios, por lo que se ha convertido en la primera opción para las personas que buscan superar la adicción sin necesidad de medicación.
En Newline somos pioneros en España en el uso de esta técnica. Nos aseguramos de que nuestros pacientes obtengan los mejores resultados, por ello hemos conseguido tratar con éxito a más de 200 pacientes. Esto lo conseguimos gracias a nuestro equipo de psiquiatras altamente cualificados y con décadas de experiencia.
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