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Mujer alcohólica: el gran estigma

Recae un enorme estigma sobre el alcoholismo, una enfermedad que afecta hoy en día a millones de personas en todo el mundo, llegando muchas de ellas a la muerte. Existe una errónea creencia popular acerca del alcoholismo, en la que predomina la imagen de un hombre ebrio, desaliñado e incluso sin hogar. Es invisible la figura de la mujer alcohólica, que sufre en silencio una enfermedad invisible.

Gran parte de las personas con adicción al alcohol, son mujeres, que sufren la enfermedad al mismo tiempo que cargan con el peso del estigma. Es importante en cuanto se identifica el problema en alguien de nuestro entorno o en uno mismo, pedir ayuda y dejar el alcohol cuanto antes.

¿Qué es el alcoholismo?

El alcoholismo es una patología crónica, caracterizada por el consumo abusivo y recurrente de alcohol, del cual se desarrolla una gran dependencia y tolerancia, haciéndose cada vez más difícil tener el control sobre él.

Cursa con fuertes episodios de intoxicación y graves consecuencias tanto físicas como psicológicas.

El alcoholismo no es un vicio, es una enfermedad que se lleva la vida de millones de personas cada año, en 2020 de hecho, se cobró la vida del doble de personas que el COVID-19.

Cualquiera es vulnerable al alcoholismo, siendo indiferente la edad, sexo, posición económica o situación en la vida. En muchos casos existen alcohólicos funcionales, es decir, personas que sufren de alcoholismo, pero desempeñan sus labores diarias personales y profesionales perfectamente, por tanto, no muestran indicio alguno de la enfermedad.

Mujer alcohólica: el gran estigma

De por sí, las personas alcohólicas sufren en silencio una enfermedad que muchos consideran, por desconocimiento, un vicio. Esto provoca un aislamiento social y una lucha en soledad frente al alcoholismo.

Pero si encima quien sufre la enfermedad es una mujer alcohólica, entonces se multiplica el prejuicio social y el silencio.

La mujer alcohólica es cada vez más habitual, mientras que antes los estudios demostraban que el número de hombres alcohólicos era mayoría absoluta, ahora esa situación es muy distinta.

Según un estudio publicado en 2016 por la UNAD (Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente, las mujeres superaron a los hombres en cuanto al consumo del alcohol, ocupando ellas un 31% y ellos un 27%. Es, por tanto, una realidad ineludible y un problema de salud pública que hay que abordar.

El hombre alcohólico y la mujer alcohólica sufren ambos graves riesgos para la salud provocados por la enfermedad, sin embargo, no afecta por igual a unos y a otros. Esto se debe a que está demostrado que la mujer tiene una estructura cerebral distinta, la proporción de materia grasa es menor y el metabolismo digestivo también funciona diferente.

En las recomendaciones de la OMS de límites perjudiciales de alcohol, el consumo responsable para las mujeres siempre será menor cantidad de alcohol que para los hombres.

Las mujeres suelen pesar menos y tienen menos agua corporal que los hombres, esto significa que si un hombre y una mujer con pesos idénticos, beben la misma cantidad de alcohol, el nivel de esta sustancia en la sangre será mayor en la mujer que en el hombre, provocando, por tanto, daños más graves en su organismo.

Perfil de la mujer alcohólica

Aunque nunca se puede generalizar y cada caso es distinto, diversos estudios han tratado de definir el perfil de la mujer alcohólica y han llegado a la conclusión de que la mujer alcohólica suele tener alrededor de 40 años o más y suele estar atravesando una época de inestabilidad emocional o dependencia. La mujer alcohólica bebe a solas y a generalmente a escondidas, debido a que, culturalmente, la mujer no está bien visto que beba.

No es relevante ni la edad, ni el estado civil, ni la raza, ni el nivel socioeconómico.

En los estudios sobre la mujer alcohólica se ha concluido que existen dos tipos. Por una parte, las mujeres que se han dedicado a su hogar y su familia, descuidándose a sí mismas y asumiendo un rol que les ha hecho olvidar sus sueños o motivaciones vitales. Esto puede provocar depresión, ansiedad, frustración y deseos de beber para paliar sus sentimientos de vacío y dolor.

Y por otro lado, los estudios acerca de la mujer alcohólica, han definido otro patrón que es el de la mujer que combina el gran peso de la vida familiar, los hijos y el hogar, con la presión del trabajo. Esto se debe a que socialmente se ha generado la idea de que, si una mujer se vuelca más en el trabajo que en el hogar, es mala madre o esposa. Y si, por el contrario, se vuelca más en la familia, en el trabajo será considerada irresponsable o que tiene falta de compromiso. El papel del alcohol en este tipo de mujer alcohólica es el mismo que en el anterior, paliar la presión, ansiedad y dolor en un intento de poder con todo.

Mujer alcohólica y embarazo

A todo lo anterior se suma el hecho de que, si la mujer alcohólica se queda embarazada, se puede poner en peligro la vida del bebé y la suya propia.

El alcohol durante el embarazo puede provocar abortos, muerte fetal o discapacidades intelectuales o físicas en el bebé.

No hay una cantidad prudente de alcohol que pueda ser consumido durante la gestación del bebé. La mujer alcohólica que sufre esta enfermedad necesitará iniciar la abstemia de forma inmediata para evitar daños en el feto como anomalías cardíacas, problemas intelectuales, malformaciones físicas, problemas en el aprendizaje etc.

Sin embargo, la detención repentina de la ingesta de alcohol en alguien que padece adicción, provocará síntomas del síndrome de abstinencia que afectarán a la madre y al bebé como depresión, ansiedad, taquicardias, fiebre…

Es necesario para mantener a salvo la vida de la madre y la vida del bebé, pedir atención médica urgente cuando se trata de una mujer alcohólica, para poder dejar el alcohol de forma segura y preservando la salud de ambos.

Tratamientos para el alcoholismo

Existen diversos tratamientos muy eficaces que pueden ayudar a la mujer alcohólica a dejar el alcohol y desintoxicarse. Es mejor hacerlo con ayuda que de forma independiente, ya que con la supervisión de un médico será un proceso más seguro y con mejores resultados.

Psicoterapia

La psicoterapia es una buena forma de tratar el alcoholismo. La mujer alcohólica que acuda a psicoterapia recibirá herramientas, por parte del psicoterapeuta, con las que enfrentar las situaciones que le causen estrés, malestar, o ganas de consumir alcohol.

Por eso es muy recomendable tanto en el proceso de desintoxicación de alcohol como una vez lograda la abstemia, para evitar recaídas a largo plazo.

La terapia congnitivo-conductual es una de las más útiles.

Además, los grupos de apoyo como Alcohólicos Anónimos dan también muy buenos resultados. En ellos, la mujer alcohólica encontrará apoyo y una red social de confianza y compresión.

Medicación

No se ha encontrado aún la cura farmacológica para el alcoholismo, pero sí existen medicamentos que han demostrado ser muy útiles en el tratamiento. Algunos de estos medicamentos crean efectos adversos en el organismo al entrar en contacto con el alcohol, de forma que, el hombre o mujer alcohólica, evitarán consumir.

La FDA aprueba tres medicamentos para tratar el alcoholismo: el acamprosato, el disulfiram y la naltrexona.

Sin embargo, son muchos los pacientes rechazan los medicamentos, o no se adaptan bien a ellos, debido los múltiples efectos secundarios que estos provocan.

Estimulación Magnética Transcraneal

La Estimulación Magnética Transcraneal, también conocida como EMTr, es la última y más avanzada técnica en tratamientos para la adicción al alcohol.

La EMTr descarga ligeros estímulos magnéticos sobre el cráneo del paciente, los cuales incidirán rápidamente en el cerebro. Inmediatamente afectarán a las regiones cerebrales responsables de la adicción, corrigiendo y reequilibrando neurotransmisores como la dopamina y la serotonina. Por tanto, al trabajar directamente sobre la bioquímica cerebral, los resultados podrán notarse desde la primera semana de tratamiento.

Es un tratamiento completamente seguro, indoloro y está avalado por la Unión Europea.

No tiene ningún efecto adverso ni secundario, lo que lo convierte en la mejor alternativa a la medicación.

Es, además, un tratamiento ambulatorio, lo que permite a la mujer alcohólica u hombre alcohólico tratarse con toda la comodidad e intimidad. Podrá superar su enfermedad mientras sigue con su rutina y se mantiene cerca de su familia y amigos.

En Newline ya hemos tratado con éxito a más de 200 pacientes con problemas de adicción, gracias al equipo de psiquiatras profesionales con el que contamos, que tiene décadas de experiencia en el sector.

Somos además pioneros en el uso de esta técnica en España y ofrecemos el mejor servicio de EMTr a nivel nacional, ya que, nuestra prioridad siempre ha sido y será la salud y mejoría de nuestros pacientes.

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