Aunque no existe un perfil del cocainómano concreto y preciso, sí pueden percibirse ciertas conductas en el consumidor que pueden hacer sospechar a sus familiares y allegados del consumo. En este artículo las repasamos.
Si finalmente se identifica una adicción en uno mismo o un ser querido, es vital acudir a un centro de desintoxicación en Barcelona y realizar un tratamiento ya que, de lo contrario, la enfermedad no se superará y las consecuencias pueden ser irreversibles.
Los efectos de la cocaína
El consumidor de cocaína suele menospreciar los graves efectos que la sustancia causa en la salud. Esto se debe a que en un primer momento los efectos no son visibles y, cuando al fin se manifiestan, no se suele relacionar con el consumo de la droga.
Por otro lado, las personas que consumen cocaína suelen comenzar a hacerlo los fines de semana. Un hábito esporádico que corrobora la falsa creencia de que su uso es fácilmente controlable.
Sin embargo, es mejor no menospreciar esta sustancia. Además de tener un gran poder adictivo, se suele asociar la cocaína con el consumo de otras drogas, alcohol, tabaco, cannabis… que magnifican y agravan los efectos.
Estos efectos causan alarma y preocupación entre los allegados al consumidor, especialmente en las parejas. El consumo de la persona amada provoca discusiones. La situación se agrava cuando entran en escena los problemas económicos motivados por las deudas.
Es más, algunos profesionales médicos que tratan con personas adictas sospechan que hay otros problemas motivados por el consumo, como los accidentes y las conductas violentas en el ámbito doméstico.
El consumo de cocaína, además, provoca a largo plazo innumerables consecuencias nocivas para la salud tanto físicas como psicológicas, entre las que destacan: accidentes cerebrovasculares, hemorragias, alteraciones respiratorias, alteraciones cardiovasculares, perforación del tabique nasal, depresión y ansiedad.
Perfil del cocainómano
No hay un perfil del cocainómano único. La cocaína actúa en la personalidad de cada uno provocando distintas formas de reaccionar frente al consumo.
La adicción a esta sustancia, como en el caso de cualquier otra, no es más que el resultado de la interacción entre los efectos farmacológicos que tiene la cocaína y la persona que la consume.
Entran en juego las características genéticas del individuo, la presencia de trastornos psiquiátricos de base, o la potencialidad de desarrollar alguno.
También son relevantes en el perfil del cocainómano los factores sociales como la disponibilidad y la accesibilidad a la sustancia, pero también las creencias y valores impuestos por la sociedad de la que forma parte el adicto.
Existe la vieja creencia de que la cocaína solo era consumida en ciertos ambientes prestigiosos, en los grupos sociales con éxito y poder, y que esto favoreció su expansión por EEUU y Europa en la década de los 80 del siglo pasado.
Asociar el consumo de esta sustancia con las clases sociales más altas hizo que se creara una imagen social positiva de la cocaína.
En resumen, la concepción social del perfil del cocainómano es:
- Hombres
- Clase social alta
- Niveles altos de poder y éxito
- Ejecutivos del mundo de los negocios
- Vinculados a la élite del espectáculo y el arte
Según este estudio, en EEUU, los profesionales que más usan drogas pertenecen a los sectores de:
- Hostelería
- Arte
- Entretenimiento
- Cargos directivos
- Sector de la información
- Construcción.
El perfil del cocainómano también se encuentra, frecuentemente, en ambientes como el ocio nocturno, cuyos bares, discotecas y otros tipos de salas se llenan de personas dispuestas a aguantar largas sesiones de música.
El perfil del cocainómano psicológico
Se observan algunas características comunes entre los pacientes en tratamiento para superar adicciones, aunque no exista un perfil del cocainómano en concreto.
Aunque no se puede generalizar, se ha observado que la mayoría de personas que consumen cocaína acostumbran a ser:
- Abiertas
- Extrovertidas
- Muy sociables
- Habladoras
- Activas.
A veces, los profesionales que ayudan a los adictos a tratar de abandonar la adicción señalan que incluso hay consumidores de cocaína que tienen tendencia a ser:
- Hiperactivos
- Diagnosticados con trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
Al hablar del perfil del cocainómano también hay que tener presentes los factores de riesgo comunes que han empujado a muchos drogadictos a consumir.
Algunos de los factores de riesgo comunes o detonantes que se han encontrado son:
- Crecer en un entorno familiar donde se consumen drogas
- Vivir en una familia desestructurada
- Personalidad con tendencia a la autodestrucción
- Rasgos evasivos de personalidad
- Sufrir depresión
- Ser influenciable (esto sucede sobretodo en los adolescentes)
Señales de alerta de la adicción
Cuando el consumo se incrementa, el perfil del cocainómano se modifica y se pueden percibir ciertos síntomas que constituyen señales de alerta.
Corroborar el consumo es el primer paso para ayudar a un ser querido a buscar ayuda para tratar de superar la adicción.
Así pues, cuando el consumo es significativo, el cocainómano:
- Se caracteriza por ser una persona que manifiesta cambios bruscos de humor.
- Alterna periodos de mucha excitación con otros de suma tristeza.
- Sufre el llamado efecto lunes, es decir, la apatía o depresión que sigue al consumo. Este efecto puede durar más de un día. Recibe este nombre dado que se suele relacionar el consumo de la cocaína con el fin de semana.
- Fácilmente irritable, poco consistente y que poco a poco se torna huraños, desconfiado y bastante impredecible en su conducta.
- Es muy frecuente que el consumo continuado de cocaína provoque un trastorno no específico que comporta: pérdida de peso, agotamiento, estado de ánimo bajo, irritabilidad, pérdida del sueño, comportamiento paranoide y suspicaz. Al margen de que haya un aumento o no del consumo, estos síntomas se pueden agravar.
Si se detectan comportamientos como estos se pueden relacionar con el perfil del cocainómano. En ese caso, puede hacerse necesaria una intervención.
Para ayudar a una persona que tenga problemas de adicción es necesario hablar con franqueza sobre la situación. Para que cualquier tratamiento para superar la adicción a la cocaína surta efecto, el primer paso es el reconocimiento por parte del adicto de que necesita ayuda. Una vez que superado este punto lo mejor es ponerse en manos de profesionales cualificados, como es el caso de Newline.
EMTr: el mejor tratamiento para la adicción
Es importante elegir un tratamiento adecuado para atravesar el proceso de desintoxicación y superar la adicción. No existe por el momento un medicamento que consiga curar la adicción a la cocaína, sin embargo, la EMTr ha demostrado ser el tratamiento más eficaz hasta el momento.
Lleva más de 20 años usándose y está aprobado por la Unión Europea. Es el único tratamiento capaz de actuar sobre la raíz de la adicción: la parte neurológica.
Por este motivo, con la EMTr se obtienen resultados en muy pocos días, desde la primera semana ya se reducen las ganas de consumir.
La EMTr ha demostrado ser totalmente segura, indolora y sin efectos secundarios.
Es además una técnica ambulatoria que no requiere de ingreso hospitalario.
En Newline gracias a la EMTr y a los excelentes psiquiatras que forman nuestro equipo y que cuenta con décadas de experiencia, hemos conseguido con éxito que más de 200 personas superen su adicción definitivamente.
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