Es muy habitual relacionar porros y ansiedad, dado que multitud de personas los consumen con el objetivo de calmarla, pero ¿realmente reduce el cannabis la ansiedad, o agrava el problema? y ¿cómo dejar de fumar marihuana cuando se ha desarrollado una dependencia?
¿Qué es el cannabis y cómo actúa en el cerebro?
Pese a estar cada vez más normalizado, el cannabis no es una sustancia inofensiva, es una droga psicotrópica enormemente adictiva que genera severos estragos en la salud de quien la consume.
El cannabis se extrae de la planta “Cannabis Sativa” y es un fuerte depresor del sistema nervioso, por lo que no es raro relacionar porros y ansiedad.
La mayoría de los efectos nocivos de esta droga se deben al THC, el principal compuesto psicoactivo del cannabis.
El THC es uno de los 113 cannabinoides que contiene el cannabis, actúa alterando neurotransmisores cerebrales como la dopamina, por ello es el responsable de la sensación de “colocón”, pero también del “bajón”.
Millones de personas consumen cannabis en todo el mundo, iniciando frecuentemente su consumo durante la adolescencia. Las encuestas revelan que el 30% de los españoles mayores de 15 años han consumido cannabis en algún momento de su vida.
Cuando este consumo se vuelve rutinario, o se realiza de forma abusiva y/o recurrente, aumentan las posibilidades de desarrollar una adicción y sufrir consecuencias graves a medio y largo plazo, entre ellas, ansiedad.
Porros y ansiedad: ¿qué es la ansiedad?
Antes de saber cómo interactúan porros y ansiedad, es necesario conocer el origen y los síntomas de este trastorno.
La ansiedad es un mecanismo de defensa adaptativo y natural que forma parte del ser humano. Mediante él, conseguimos ajustarnos a situaciones estresantes, manteniéndonos alerta frente a posibles amenazas externas.
Sin embargo, aunque a priori la ansiedad sea funcional, cuando se desborda o aparece ante miedos irracionales o inexistentes, se convierte en una patología que entorpece la vida de quien la sufre y condiciona su salud.
El trastorno de ansiedad generalizada cursa con angustia, preocupación, sensación de peligro y miedos irracionales que desatan una serie de síntomas físicos y psicológicos que funcionan a modo de alarma.
Algunos de los síntomas son insomnio, cansancio, tensión muscular, cefaleas, debilidad, problemas gastrointestinales, taquicardias etc.
Frecuentemente, las personas que sufren este trastorno se ven altamente condicionadas en su día a día para realizar tareas cotidianas o relacionarse de manera funcional, por lo tanto, recurren a medicación o buscan alternativas naturales para calmar estos síntomas, como el cannabis.
Sin embargo, mezclar porros y ansiedad, puede ser contraproducente y agravar más el problema.
Porros y ansiedad: ¿la reducen o la empeoran?
Es frecuente creer que porros y ansiedad son una buena combinación, ya que algunas personas aseguran sentir calma al consumir cannabis y hay determinados cannabinoides como el CBD que fomentan la relajación.
Sin embargo, está demostrado que físicamente el cannabis altera el sistema nervioso, por tanto, puede activar el sistema de alarma de la ansiedad.
Es probable que, si ya se padece este trastorno previamente y se mezclan porros y ansiedad, esta se vea reducida en un primer momento. Pero, tras un tiempo, esta empeorará y generará una sensación de preocupación, angustia e incluso paranoia.
Además, al mezclar porros y ansiedad frecuentemente, es probable que se genere una dependencia hacia esta sustancia y se termine asociando con bienestar, por tanto, siempre que se sufra ansiedad se recurra a ella para encontrar la calma.
Esto provocará que se desarrolle cada vez más una tolerancia hacia el cannabis y se necesite cada vez fumar dosis más elevadas y que, si no se fuma, la ansiedad que se tenía previamente se vea aumentada por el “mono” de fumar que genera la abstinencia.
Por tanto, no es seguro mezclar porros y ansiedad y menos si se padece este trastorno de forma generalizada, ya que agravará la situación al cabo del tiempo.
Si no se padece ansiedad, es muy probable que el cannabis la termine provocando, entre otros muchos efectos secundarios.
Porros y ansiedad: ¿qué otras consecuencias tiene fumar cannabis?
Son diversos los motivos que pueden conducir a alguien a consumir cannabis.
Hay fumadores que usan el cannabis de un modo recreativo en contextos sociales, otros que lo emplean como vía de escape para evadirse y otros que lo utilizan para calmar su ansiedad.
En este último caso, los que mezclan porros y ansiedad, pueden obtener el efecto contrario y agravar el problema, incluso pueden sufrir un ataque de pánico.
A largo plazo, porros y ansiedad son una combinación muy destructiva que, no solo no acabarán con el problema, sino que lo empeorarán y generarán otros que previamente no existían.
La mayoría de los consumidores no son conscientes de los terribles efectos secundarios que provoca el cannabis, no solo psicológicos como en el caso de porros y ansiedad, sino también físicos y fisiológicos.
Algunas de las consecuencias del consumo de cannabis son:
- Depresión
- Ansiedad
- Ataques de pánico
- Psicosis o esquizofrenia
- Agresividad
- Cambios drásticos e irracionales del humor
- Problemas cardiovasculares (arritmias, taquicardias, infartos)
- Problemas respiratorios (bronquitis, cáncer de pulmón)
- Problemas gastrointestinales
- Pérdidas de memoria
- Apatía y falta de interés generalizada
- Dificultad para el aprendizaje
- Fracaso escolar y laboral
Tratamientos para superar para la adicción a los porros
Al combinar porros y ansiedad de forma recurrente, es posible que se genere una dependencia hacia el cannabis, asociándolo con algo positivo, con un medio que relaja y reduce la ansiedad.
De este modo, se genera una adicción, de la que luego es tan complicado, como necesario salir. Así al mezclar porros y ansiedad no solo no se está acabando con el problema, sino que se está generando uno nuevo, incluso, más grave.
No existe aún un medicamento específico que cure la adicción a los porros. Sin embargo, sí hay tratamientos muy eficientes que ayudan a reducir el mono, lograr la abstemia y, así, superar la adicción, como la psicoterapia y la Estimulación Magnética Transcraneal.
Estimulación Magnética Transcraneal para la adicción a los porros
La Estimulación Magnética Transcraneal es una técnica revolucionaria e innovadora que consigue reducir drásticamente el “mono” que provoca la abstinencia de porros y otras drogas.
Es el único tratamiento existente que consigue disminuir, desde la primera semana, las ganas de consumir. Por tanto, es el tratamiento más efectivo para las adicciones. Esto se debe a que trabaja directamente sobre la raíz del problema, la parte neurológica.
La EMTr consiste en aplicar ligeros estímulos electromagnéticos sobre el cráneo que, de forma indolora, llegan al cerebro para estimular determinadas áreas neuronales. De este modo se consigue reparan el daño que han provocado los porros, y se corrige el funcionamiento de neurotransmisores como la dopamina.
Este tratamiento se usa desde hace más de 20 años y está aprobado por la Unión Europea como tratamiento efectivo para las adicciones, con una altísima tasa de éxito demostrada.
La Estimulación Magnética Transcraneal es completamente segura y, a diferencia de la medicación, no tiene efectos secundarios, ni a corto ni a largo plazo.
Además, cuenta con la ventaja de ser un tratamiento ambulatorio, por lo que no será necesario ingresar en un centro de desintoxicación y el paciente podrá continuar con su vida y rutina habituales.
En Newline llevamos años tratando casos de pacientes que sufren adicciones y, tras varios intentos de superarlas, llegan a nuestro centro desesperados. Sin embargo, tras pocas sesiones de tratamiento con EMTr ya pueden notar los resultados, viendo enormemente reducidas sus ganas de consumir.
Somos los pioneros en España el uso de esta técnica, el primer centro especializado en EMTr.
Hemos tratado con éxito ya a más de 200 personas que padecían una adicción y que, por fin, gracias a la EMTr y a nuestro equipo de psiquiatras, han recuperado sus vidas, su salud y su felicidad.
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