NewLife

Renuncia voluntaria: el primer paso para superar la adicción

Algunos familiares de personas que tienen problemas causados por las drogas, y no hacen una renuncia voluntaria,  creen que una de las soluciones infalibles es obligar a los afectados a seguir un tratamiento.

Creen que internarlos en un centro de desintoxicación es la mejor forma de «curarlos». Sin embargo, la realidad es que para luchar contra la adicción, el afectado debe hacer una renuncia voluntaria al consumo. Sin este paso, ningún tratamiento logrará sus frutos. En este artículo se repasan los motivos por los que no se puede ignorar este paso.

Por qué es necesaria la renuncia voluntaria

Cesar el consumo de drogas implica una renuncia voluntaria. Obligar a una persona a dejarlas solo consigue que se abandone el consumo una semana, un mes, o puede que más tiempo. Sin embargo, tarde o temprano, cuando la vida la someta a tensiones lo más probable es que reincida. Para lograr una abstinencia mantenida en el tiempo la persona implicada ha de terminar haciendo suya esa decisión de abandonar el consumo. 

La idea de querer dejar la sustancia a la que es adicto puede deberse a los problemas de salud que el consumo acarrea, pero también por los efectos negativos familiares, económicos, legales, emocionales… También, suele tener que ver con la sensación de que cada vez tiene menos control sobre la sustancia. En cualquier caso, el implicado libra una auténtica batalla y desarrolla una relación de amor-odio con la sustancia objeto de su adicción.

 

Cómo ayudar al proceso de renuncia voluntaria

Para facilitar el proceso de renuncia voluntaria, la persona debe analizar muy bien qué papel juega en su vida el consumo. ¿Qué significado tiene la sustancia para ella? Esto no siempre es fácil porque no todas las personas que tienen problemas con las drogas son conscientes de los motivos, o son incapaces de comprender por qué siguen tomando la sustancia a pesar de todas las razones que objetivamente existen para dejarla. 

Por eso, las entrevistas motivacionales son de gran utilidad para tratar de que aquellas personas con problemas de adicción entiendan su ambivalencia. Los motivos que no dejan que avancen hacia la renuncia voluntaria son personales y variados. Algunos de los argumentos son:

  • Consumir drogas amplía la confianza.
  • Uso de las drogas como método para evadirse y no pensar en los problemas.
  • Consumir para no sentirse aislado.
  • Para salir del aburrimiento.
  • Para lograr afrontar mejor la timidez. 
  • Como forma de desinhibición.
  • Consumo para sentirse parte del grupo.

Resistencia al cambio

Algunos adictos a las drogas no pueden manejar la incertidumbre de cómo se sentirán en el periodo de abstinencia. Tampoco quieren sentir malestar físico una vez que abandonen el consumo. Estos dos argumentos también son de peso y deben tenerse en cuenta a la hora de emprender alguna terapia cognitiva. Para tomar una decisión, el afectado debe ir más allá de la admisión racional de «tengo un problema», para llegar a admitir este hecho en un nivel más profundo y emocional. Esto implica aceptar que se es adicto y, por lo tanto, un enfermo. 

 

Es necesario también que se percate de que solo con fuerza de voluntad no logrará salir de la adicción. Para mantener la abstinencia en el tiempo y alcanzar una vida plena deberá hacer cambios en su modo de pensar y de vivir.

Una vez que el afectado se empodera y su renuncia es voluntaria, existen muchos tratamientos para intentar controlar la adicción. En Newline, una terapia innovadora está logrando muy buenos resultados. Se trata de un tratamiento pionero en España, la Estimulación Magnética Transcraneal repetitiva (EMTr).

Deja un comentario

No hay comentarios

Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.