En los tiempos que corren el estrés laboral es una de las dolencias que más atención acapara. La causa fundamental es la certeza de que los problemas de salud que puede acarrear tienden a ser muy graves. Por eso, todo individuo debe aprender a gestionar el estrés y, más importante todavía, prevenirlo. En este artículo se repasan las causas del estrés laboral, las medidas de prevención que se pueden tomar en las empresas y la terapia estrés.
Estrés laboral: en qué consiste
El estrés es una reacción fisiológica del organismo ante una situación que el individuo percibe como amenaza. Es un mecanismo de defensa, una respuesta automática y de imperiosa necesidad para la supervivencia que puede tener diversas causas.
Se desencadena de forma natural, sí, pero que se manifieste en exceso ya no entra dentro de la normalidad. Por eso, una exposición a una tensión excesiva que se perpetúa en el tiempo repercute necesariamente en el organismo: aumenta el ritmo cardiaco, se suda en exceso, se tensan los músculos, etc. Las reacciones del cuerpo ante el estrés pueden ser fisiológicas, pero también emocionales, cognitivas y conductuales.
En el ámbito laboral, el estrés provoca una serie de reacciones, tanto físicas como psicológicas, que se desencadenan cuando el trabajador debe afrontar tareas que no se corresponden con sus conocimientos, destrezas o habilidades.
Las reacciones, como ya se ha mencionado, pueden incluir respuestas de cuatro tipos:
- Fisiológicas: aumenta el ritmo cardiaco y la presión sanguínea; aparece la sudoración y aumenta la tensión muscular. El organismo produce y segrega más adrenalina y la respiración superficial experimenta una subida de frecuencia. Aparecen dolores de cabeza, molestias digestivas, insomnio y otros trastornos del sueño…
- Emocionales: aparece el miedo, la ansiedad, irritabilidad, enfado y el humor depresivo. Se tiene una preocupación constante que no solo afecta al ámbito laboral. La motivación del trabajador disminuye.
- Cognitivas: disminuye la atención, son más habituales los olvidos, las dificultades para general pensamientos efectivos, el campo de percepción se reduce, así como la capacidad para resolver problemas y de aprendizaje.
- Conductuales: la productividad del trabajador desciende mientras que aumenta la tendencia a consumir más cigarrillos, drogas y alcohol, a cometer errores, etc.
Estrés laboral: factores de riesgo
La Organización Internacional del Trabajo define el estrés laboral como una patología. Incluso ha sido catalogada como la epidemia del siglo XXI. En el caso del estrés laboral, las causas se pueden concretar mejor porque tienen que ver, exclusivamente, con el ambiente laboral.
Los estresores son los factores que ocasionan el estrés y que en el caso del trabajo tienen que ver con aquellos aspectos que el trabajador considera nocivos. Algunos ejemplos son:
- Un ambiente físico-laboral inadecuado, o una combinación de ambos factores.
- Hacer frente a una excesiva carga de tareas.
- Sufrir demasiada presión en el entorno de trabajo, por lo general relacionada con un mayor grado de responsabilidad.
- Tener unas relaciones laborales insatisfactorias.
Una de las posibles consecuencias del estrés es el síndrome del quemado, Burnout en inglés, reconocido por la OMS. También se conoce como síndrome del desgaste ocupacional que se caracteriza por un progresivo cansancio físico y mental que terminar por convertirse en crónico. Se describió por primera vez en la década de los 60 del siglo XX y suele afectar más a aquellas profesiones que requieren un contacto con terceras personas, como la atención al cliente, la sanidad o la educación.
Estrategias de prevención en el ámbito laboral
Para evitar una terapia estrés lo mejor es prevenir y actuar contra el estrés laboral. Tanto los directivos, como los mandos intermedios y todos los demás trabajadores deben poner en práctica algunas estrategias de prevención. Una de las más importantes tiene que ver con el tiempo y la forma de organizarse.
Una mala gestión del tiempo es quizás la causa más común del estrés laboral. Por eso, es sumamente importante aprender a discernir qué tareas son importantes y cuáles pueden esperar.
Para ello, puede aplicarse la teoría del Cubo de Covey: Se toma un cubo, primero se introducen las piedras grandes, y luego se rellenan los huevos con piedras pequeñitas. Las piedras grandes son las tareas importantes, las pequeñas las menos urgentes, esas que se pueden realizar solo después las primeras o que también se pueden delegar.
Terapia estrés: tratamiento para vencerlo
El tratamiento para vencer el estrés incluye un acompañamiento o coaching que ayuda al trabajador a adoptar estrategias para manejar y prevenir el estrés. Una terapia estrés que incluye:
- Técnicas de gestión del tiempo y planificación de las tareas y actividades.
- Técnicas de relajación para que el cuerpo y la mente restituyan los niveles de energía.
- Técnicas para identificar y tratar con las emociones.
- De ser necesario, terapia cognitivo-conductual.
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