Concepto y aplicación en la adicción a la cocaína
La adicción a la cocaína es una patología cerebral de carácter grave para la que, hasta el momento, no se había encontrado un tratamiento que proporcionara una solución con un alto porcentaje de éxito. Sin embargo, las investigaciones en el terreno de las neurociencias han hecho cambiar esta perspectiva. La Estimulación Magnética Transcraneal Cocaína es un método de tratamiento para la cocaína revolucionario para aquellas personas que padecen esta adicción; en este artículo vamos a mostrar más a fondo qué es y cómo se aplica.
Índice de contenidos
Estimulación Magnética Transcraneal Cocaína y circuitos de recompensa
La técnica conocida como Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) se basa en la generación de un campo magnético próximo al cuero cabelludo que origina unos estímulos eléctricos en la zona prefrontal del cerebro. Sin entrar en contacto con la cabeza, ese campo magnético controla los circuitos de recompensa, vinculados a la adicción. La corriente eléctrica, completamente indolora, origina una serie de cambios en ciertos neurotransmisores, como la serotonina y el triptófano, que contribuyen a recobrar la capacidad de control sobre el impulso de consumir cocaína.
Aplicación de Estimulación Magnética Transcraneal para dejar la Cocaína
¿Cuál es la efectividad del tratamiento?
En el curso de la primera semana ya se aprecian cambios muy notables; desde la segunda o tercera sesión la inmensa mayoría de los pacientes notan una disminución del deseo de consumir, mayor calma, mejora en el sueño y una mayor claridad mental. Cuando han transcurrido 2 meses, los análisis realizados por el equipo de Newline sobre tests de orina cifran el éxito de la Estimulación Magnética Transcraneal Cocaína en un 64% en pacientes sometidos a un tratamiento ambulatorio con esta técnica (ver con más detalle el Informe sobre el uso de la EMT en el tratamiento por uso de la cocaína). Además las personas tratadas con EMT señalan una mayor capacidad de verse a sí mismos y a su relación con la droga, lo que les capacita para posicionarse mejor frente a ella para no consumirla.
¿Cómo se aplica la técnica EMT?
El tratamiento da comienzo con 2 estimulaciones diarias durante 5 días, en las que el paciente se sienta en un sillón. Éste no percibe ningún tipo de molestia, tan solo un leve sonido procedente del estimulador. Durante esa primera semana, se debe acudir de lunes a viernes durante 2 horas cada día, lo que hace que sea compatible con cualquier otra actividad. Al no requerir de un ingreso hospitalario, ni de una separación del ámbito familiar durante semanas o meses, como sí sucede con otros tratamientos, el paciente puede compatibilizarlo con sus rutinas habituales.
La Estimulación Magnética Transcraneal es una técnica segura
A pesar de las numerosas ventajas que representa, esta tecnología no es novedosa, sino que se usa en el campo de las depresiones desde hace unos 20 años. Esto hace que esté comprobada tanto su inocuidad como la ausencia de efectos secundarios. La Estimulación Magnética Transcraneal se aplicó con éxito para tratar algunas enfermedades neuropsiquiátricas y esa eficacia hizo que su estudio se extendiera a otras enfermedades. Fruto de esas investigaciones se descubrieron su beneficios ante diferentes padecimientos y trastornos neuropsiquiátricos.
Antoni Gual, director científico del centro Newline y jefe de la unidad de conductas adictivas del Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona, y Juan Ramón Sambola, psiquiatra de Newline, han sido pioneros en España en su aplicación con éxito en el campo de la adicción a la cocaína.
Un experimentado equipo de profesionales en Newline
Newline no solo es una clínica experta en la aplicación de la técnica de Estimulación Magnética Transcraneal Cocaína, sino que cuenta con un completo equipo de profesionales para combinarla con los últimos avances en psicoterapia motivacional y psicología de la adicción. Su formación y experiencia van unidas, para que el paciente cuente con el apoyo psicológico indispensable para estar motivado y convencido de querer cambiar su estilo de vida. Con este respaldo, junto con la supresión del deseo de consumir cocaína, se genera una situación que permite al paciente reorganizar su proyecto vital.